Ubicado a poco más de una hora de la capital tapatía, el pueblo mágico de Tequila se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Jalisco, gracias a su riqueza cultural, histórica y, por supuesto, a su bebida insignia: el tequila.
Entre paisajes agaveros declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO y haciendas centenarias, los visitantes pueden recorrer destilerías tradicionales, conocer el proceso de elaboración del tequila y disfrutar de degustaciones guiadas. Además, el pueblo ofrece una vibrante escena gastronómica y festividades que celebran con orgullo la identidad jalisciense.
Tequila se ha convertido en un punto de encuentro entre la tradición y la modernidad, atrayendo a turistas nacionales e internacionales que buscan una experiencia auténtica en el corazón de México.
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