
Este 11 de julio, la Iglesia Católica conmemora a San Benito Abad, considerado el padre del monacato occidental y patrono de Europa. Su vida y obra han dejado una huella profunda en la espiritualidad cristiana y la organización de la vida monástica en todo el mundo.
San Benito nació en el año 480 en Nursia, Italia. Es recordado principalmente por ser el autor de la Regla Benedictina, un conjunto de normas que ha servido de guía para numerosas congregaciones religiosas y monasterios a lo largo de los siglos. Gracias a su legado, millones de monjes y monjas han seguido su modelo de vida dedicada a la oración, el trabajo y la comunidad.
La festividad de San Benito se celebra el 11 de julio, fecha que conmemora el traslado de sus restos al Monasterio de Montecassino, el primero que fundó y uno de los centros monásticos más influyentes de Europa. La medalla de San Benito, símbolo asociado a su figura, es reconocida por los fieles como un amuleto de protección contra el mal, enfermedades y tentaciones.
Los devotos pueden acudir a su intercesión mediante la oración de San Benito o la novena dedicada a él, prácticas disponibles en diversos sitios católicos. Su figura sigue siendo un referente de fe, disciplina y entrega a Dios para millones de creyentes alrededor del mundo.