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Lo peor de lo peor

Por Carlos Pérez García

Miren, tratemos de ser más claros. Si no nos dejamos engañar será más fácil entrever lo que nos conviene.

Un personaje muy mentiroso, muy hipócrita y de mentalidad muy corrupta precipitó las cosas al justificar con falsedades y exageraciones sus grandes arrebatos para destruir el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el Seguro Popular y el sector Salud o el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), entre otros ejemplos trágicos.

En cada caso se confirman las tendencias a que un ladrón grite “persigan al ladrón, al ladrón” o que un pederasta se oculte diciendo “debemos cuidar a los niños”. Igual cuando un político corrupto declara que actúa “para erradicar la corrupción”, y luego no logra nada contra esa conjetura (ni la identifica, ni la comprueba, ni la persigue ni la castiga) … Sólo destruye lo que no iba tan mal y empeora esas áreas fundamentales.

El AIFA y en Salud el INSABI iban a sustituir lo que no funcionaba, pero resultaron muy defectuosos e insuficientes. Lo que se podía arreglar, está peor.

También se recurre a mentiras para negar fracasos e inventar logros, como con el propio AIFA sin un crucial aeropuerto de clase mundial, la no productiva refinería de Dos Bocas, el “repleto” Tren Maya, la salud pública “mejor que Dinamarca”, las universidades del bienestar, el “pañuelo blanco del final de la corrupción”, la “disminución masiva” de la pobreza, el “abatimiento” del huachicol, la “gran reducción” de los homicidios y muchos más. Parte le ha correspondido ya a la fiel heredera.

Un monstruoso extremo es la contrarreforma judicial que en días tendrá su elección simulada a partir de numerosas mentiras e imbecilidades. Sobran razones para que, aparte de la mafia en el poder, los mexicanos no aceptemos o convalidemos esta aberración.

Viene a ser una farsa de efectos catastróficos para la nación, con la “votación popular” que continúa el proceso de aniquilación de un poder Judicial profesional e independiente, en tanto lleva adelante la destrucción de las bases de nuestro sistema electoral y los contrapesos que protegen y dan certidumbre a la imprescindible inversión privada (nacional y extranjera), además de buscar justicia y cierta prosperidad para el ciudadano. Como dice Jesús Silva-Herzog (Pulso, mayo 19, 2025): Querer que un juez o árbitro se someta a mi voluntad o a la de la mayoría, es querer comprarlo. Pregunto yo: ¿En el futbol cómo actuaría un árbitro elegido por los americanistas, que son muchos?

Si acaso, este 1 de junio irán a votar los acarreados y los directamente interesados, como parte de las manipulaciones para inflar los números de sufragios… ya sin los controles electorales del INE que tanto costaron establecer. Aquí el voto se vuelve instrumento antidemocrático para legitimar capturas políticas por parte de un movimiento autoritario.

Otra hecatombe vendría a ser la reforma de la llamada Ley Censura, como intento regulador y barrera a la libertad de expresión. Es un remate que trata de cubrir tantos estropicios, ya no como una iniciativa del antecesor, sino de la presidenta y su equipo. Todo ello llega a ser lo peor de lo peor, y va en paralelo a los acosos y sobresaltos que día a día afronta el gobierno desde dentro y fuera del país.

La popularidad presidencial proviene de una polarización que excluye. Y entre los millones que quedan fuera, no pocos ansían que la CNTE “tumbe” a Sheinbaum o que Trump invada México. Mal, oigan. ¿Y luego…?

En política decir la verdad puede ser ingenuo, pero mentir tiene consecuencias a la larga. No será posible engañar a todos en forma permanente, ni hacer eterna la costosa impunidad.

A ver si aguanta la señora al menos dos años de su sexenio. Se ve difícil por la herencia que le dejó su antecesor. Aún más, si ella misma se confirma como legado maldito que requiere cada vez más mentiras para encubrir fallas y mentiras.

* SON DEMASIADOS LOS INDIVIDUOS que siguen desacreditando al gobierno mexicano y su partido, sobre todo en los poderes Legislativo y Ejecutivo… para continuar ahora con más fuerza en el Judicial. Aparte de tantos gobernadores, algunos de los apellidos más notorios: Noroña, Monreal, López Hernández y Gutiérrez Luna, en las cámaras. Alcalde, López Beltrán y Rangel Gracida, en el partido. Delgado, Ebrard, Buenrostro, Godoy, De la Fuente, Moctezuma, Romero Oropeza, Ramírez Cuevas y Zaldívar, del Ejecutivo. Esquivel, Ortiz, Gutiérrez Priego, Batres y Ríos, como muestra en el área Judicial.

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