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La ciencia detrás de la memoria cerebral

*La repetición refuerza estas conexiones, pero la falta de refuerzo las debilita

En el intrincado tejido cerebral, la información no reside estáticamente como en un almacén, sino que fluye dinámicamente entre neuronas a través de complejas sinapsis. Santiago Canals, del Instituto de Neurociencias, explica que las sinapsis, puntos de comunicación entre neuronas, son plásticas y dinámicas, permitiendo que las conexiones se fortalezcan o debiliten con el tiempo.

Cada experiencia o estímulo activa grupos específicos de neuronas y sinapsis. La repetición refuerza estas conexiones, pero la falta de refuerzo las debilita. Canals destaca que la memoria es un proceso en constante evolución, no un almacén fijo. Cada recuerdo reactiva la información, sometiéndola a modificaciones.

Contrario a la creencia de la memoria como un repositorio estático, Canals sostiene que su función es ayudarnos a comprender el entorno, prever cambios y adaptarnos a ellos. Para lograrlo, el cerebro debe filtrar la abrumadora cantidad de datos diarios, favoreciendo la retención de información relevante.

Bryan Strange, experto en neurociencia, enfatiza la importancia de la novedad en la formación de recuerdos. La memoria selectiva busca optimizar la retención, descartando detalles irrelevantes. Olvidar se vuelve esencial para generalizar, predecir y tomar decisiones inteligentes.

Investigaciones recientes desmitifican la centralidad de las neuronas en la memoria. Astrocitos y microglía, células previamente consideradas secundarias, ahora se reconocen como clave para consolidar recuerdos a largo plazo. La olvidar, lejos de ser un fallo, es esencial para tener una memoria eficiente.

El equilibrio entre recordar y olvidar es intrínseco al proceso. Strange sugiere que el hipocampo, vital para la memoria, podría tener una función limitada en el tiempo, conservando recuerdos específicos mientras otras áreas cerebrales manejan aspectos más generales.

RememberEx, un proyecto liderado por Strange, busca entender los mecanismos de la memoria. Al estudiar la comunicación entre el hipocampo y la amígdala, buscan descifrar cómo se retienen recuerdos significativos. La memoria, lejos de ser una función aislada, se compara con una orquesta donde diversas regiones cerebrales interactúan.

En resumen, la memoria no es estática; es un proceso en movimiento, adaptativo y esencial para la inteligencia y la toma de decisiones. La olvidar, lejos de ser una falla, es crucial para una memoria eficiente y selectiva. La comprensión de estos complejos procesos sigue siendo un desafío, pero avances recientes revelan la intricada danza de la memoria en el cerebro humano.

 

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