
La contingencia sanitaria que afecta considerablemente a la ciudadanía no ha sido impedimento para que la delincuencia siga haciendo de las suyas y los hechos delictivos como robos, asaltos, ejecuciones y hasta feminicidios que se han registrado en las últimas horas son pruebas tangibles de que la violencia no ha retrocedido ni un paso en San Luis Potosí.
De acuerdo con las estadísticas que se habían venido manejando hasta marzo, ante de que llegara el Covid-19 a San Luis, el robo de autos, el robo a casa habitación y el asalto a transeúnte eran delitos recurrentes en la entidad además de delitos de alto impacto como el homicidio. Desde que se confirmó el primer caso de coronavirus, se ha mantenido la incidencia en robo de vehículos de todo tipo, siguen los robos a viviendas y apenas llegó abril cuando se registró la ejecución de cuatro personas sobre la carretera 57.
A lo anterior se agrega el incremento en la violencia familiar y doméstica, producto del encierro y el aislamiento que se ha sugerido en la población como medida para evitar la propagación del virus. Tan sólo en la capital, según se informa, antes se registraban 10 o 12 casos, ahora con hasta 16 en los mismos periodos.
Las estrategias de salud pública cambiaron, las de seguridad siguen siendo las mismas.