Mientras que miles de profesionales de la Salud y trabajadores de hospitales no cuentan con los recursos necesarios para enfrentar la pandemia de Covid-19, exponiendo sus propias vidas y corriendo el riesgo de no atender adecuadamente a los pacientes que lo necesitan, la familia de Manuel Lozano Nieto, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, decidió sacar el cobre y buscar la manera de amasar fortuna a costa de la crisis vendiendo en elevados costos materiales de uso médico.
“Mi hijo tiene gel antibacterial con 70% de alcohol, ideal para combatir el COVID-19. *Garrafa de 20 litros $1950 1 lt con dispensador de chupón $155 1 lt sin dispensador $135. También puedo conseguir galones 4448403186. Entrega a domicilio” publicó en redes sociales Alejandra Santos Alonso, esposa del funcionario, dando entrada al negocio. Poco después, en diversos grupos de Facebook publicó: Mascarillas N95, certificadas por la COFEPRIS y a un precio menor del que tenían antes de la pandemia ($100) de acuerdo con datos de la PROFECO. José Lozano 4448503280 4448403186. Precio de mayoreo $97 cada una (solamente mayoreo) Me ayudan con un puntito por favor”.
Las publicaciones fueron acompañadas por diversas fotografías en donde se demostraba la enorme cantidad de material que tenía a disposición para venderla. El hecho provocó molestia entre los internautas quienes, conscientes de que los trabajadores de la salud han denunciado en repetidas ocasiones no contar con el material suficiente para trabajar de forma segura por lo que la apelaban a donar estos recursos a quienes lo pudieran necesitar.
Dada la escasez de estos materiales, se desconoce cómo es que la familia del funcionario estatal logró conseguirlos, algunos usuarios de redes sociales se aventuraron a asegurar que se habrían obtenido de manera ilegal utilizando las influencias de Lozano Nieto quien, cabe aclarar, percibe más de 130 mil pesos al mes, mucho más que el grueso de la población, monto que le resulta insuficiente para la avaricia familiar al grado de querer amasar fortuna en medio de la contingencia sanitaria.