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[VIDEO] Ena Avendaño: ser mamá y servir a la infancia, el doble compromiso del corazón

* La presidenta del DIF en Valles habla del reto de equilibrar el rol de madre con la función pública

En el marco del Día de las Madres, conversamos con Ena Avendaño Uscanga, presidenta del Sistema DIF de Ciudad Valles, quien nos abrió su corazón para hablar del reto que implica equilibrar su rol como madre y como funcionaria pública. Una mujer que trabaja todos los días por las familias más vulnerables, sin dejar de lado su papel más importante: el de mamá.

“Ser mamá te cambia la vida. La sensación es inexplicable, te despierta un amor sincero… y para siempre”, expresa con la voz entrecortada.

Pensando en el futuro de sus hijos, y con el sentimiento a flor de piel, les envía un mensaje lleno de amor: que nunca desistan, que siempre pongan a Dios primero, que amen de verdad y con sinceridad, que nunca cambien ni pierdan su esencia.

En su faceta como madre, ha promovido siempre valores como el respeto, el cariño y la empatía, no solo en su hogar, sino también como parte esencial del trabajo que se realiza en el DIF. “Así como trato a mis hijos, así me gusta tratar a la gente. Con respeto, con amor. Eso también les pido a quienes trabajan conmigo”.

Pero también hay espacio para las sonrisas. Ena recuerda con ternura las travesuras de sus hijos, sobre todo de Marifer, una niña alegre que a los cuatro años ya “hacía de las suyas”. De David, en cambio, dice que siempre fue más tranquilo y serio. “Tuve lo mejor de los dos mundos”, comenta entre risas.

Si pudiera tener un “superpoder de mamá”, pediría que jamás les pasara nada. “Quisiera protegerlos siempre, que fueran eternos”, dice con los ojos brillantes. Esa necesidad de proteger, ese instinto natural de cuidar, es también lo que la impulsa a trabajar por la niñez y las familias de Ciudad Valles.

A la Ena joven, esa madre primeriza llena de responsabilidades, le diría que disfrutara más el tiempo con sus hijos. “Por estar enfocada en educarlos, siento que no los disfruté tanto como hubiera querido. Pero hoy, al ver en quiénes se han convertido, me siento satisfecha. Aun así, me diría: disfrútalos más”.

También aprendió de su propia madre lo que significa el amor incondicional, la protección mutua y el respeto. “Si algo les he enseñado a mis hijos, porque me lo enseñó mi mamá, es que un día nosotros ya no vamos a estar… y entre ellos se tienen que querer, proteger y ser cómplices. Y lo logramos”.

Ese amor profundo y ese sentido de protección han sido la guía en su trabajo. ¿Ha valido la pena sacrificar tiempo con su familia por estar en el servicio público? La respuesta es clara:

«Todo ha valido la pena. Aunque sí pesa no estar tanto con ellos… porque crecen y se van. Y a veces siento que me hizo falta más tiempo a su lado».

Ese es el sacrificio que pocas veces se ve: dejar a la familia para atender emergencias, proteger a la infancia, y entregar el corazón a los demás. Hoy, Ena Avendaño Uscanga, presidenta del DIF municipal, nos muestra el rostro más humano de la administración pública. El rostro de una madre que hace del servicio, su vocación.

Seguiremos informando.

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