El Mpox, conocido previamente como la viruela del mono, continúa cruzando fronteras y desafiando los controles sanitarios en varias naciones. Expertos señalan que no es un único enemigo, sino una familia de linajes, o clados, con distintas capacidades de adaptación genética y extensión geográfica.
Según la OMS y un estudio publicado en Frontiers, existen tres linajes activos que preocupan a la comunidad científica: Clado Ia, asociado con mayor letalidad; Clado Ib, un sublinaje emergente en la República Democrática del Congo que se expande entre humanos; y Clado IIb, oriundo de África Occidental y responsable del gran brote de 2022 que aún circula globalmente.

El Clado I tiende a causar fiebre pronunciada y ganglios inflamados con mayor mortalidad, Clado IIb mostró capacidad de transmisión entre personas, impulsando respuestas internacionales y revisiones de vigilancia.
En México, la situación se mantiene bajo observación. La variante predominante reportada es el Clado II, conocida por ser menos agresiva que sus contrapartes africanas, y la versión 1b no ha cruzado las fronteras del país, según la Secretaría de Salud.

De acuerdo con el boletín epidemiológico de la semana 48 de 2025, se registran 758 casos acumulados en el año, concentrándose principalmente en la Ciudad de México. Aunque la amenaza se percibe como moderada, las autoridades enfatizan la importancia de la detección temprana, el aislamiento de contagios y las medidas de higiene para evitar brotes mayores.