Aunque el videojuego Assassin’s Creed recorrió con éxito escenarios como el Renacimiento italiano, el antiguo Egipto o la Grecia clásica, México es, hasta ahora, una de las grandes ausencias oficiales dentro de la popular franquicia de Ubisoft. En los últimos días crecieron entre la comunidad de seguidores y gamers rumores sobre la posibilidad de un futuro título ambientado en el Imperio Azteca, con Tenochtitlán como epicentro y la conquista española como epicentro del juego.
En foros, redes sociales y espacios dedicados al videojuego, los rumores más recurrentes apuntan a una entrega situada en el México prehispánico, donde la riqueza cultural, la mitología y la compleja estructura política de los mexicas ofrecerían un terreno fértil para la narrativa característica de la saga. La caída de Tenochtitlán, marcada por el choque de civilizaciones y el inicio de una nueva era, es vista por los fans como un momento histórico ideal para el conflicto entre Asesinos y Templarios.
Parte del entusiasmo también se sostiene en el propio lore de Assassin’s Creed. De acuerdo con diversas teorías de la comunidad, la cosmovisión azteca podría vincularse de forma natural con la civilización Isu, eje central de la franquicia. Deidades, rituales y símbolos prehispánicos encajarían con los artefactos y relatos ancestrales que Ubisoft ha explorado en entregas anteriores.
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