El Cuerpo de Bomberos Metropolitanos de San Luis Potosí atraviesa una reorganización interna que ha obligado al cierre temporal de varias de sus estaciones, lo anterior debido a la insuficiencia presupuestal para operar al cien por ciento. La corporación se ha visto obligada a implementar un sistema de rotación diaria para mantener activo el servicio sin comprometer la seguridad del personal.
El ajuste inició desde el año pasado, cuando los elementos solicitaron una modificación a sus condiciones laborales. Con la actualización de su horario de trabajo, que ahora contempla guardias de 24 horas seguidas por 72 horas de descanso, fue necesario redistribuir al personal y redefinir la operación de las bases.
Actualmente solo funcionan cuatro estaciones por día. Mientras una unidad permanece abierta, otra cierra y reanuda labores al día siguiente, en un esquema alternado que busca mantener la cobertura mínima en la zona metropolitana. Este modelo, sin embargo, representa un desafío para garantizar tiempos de respuesta óptimos, especialmente en zonas con alta demanda de atención.
El comandante Adolfo Benavente Duque señaló que se trabaja en un proyecto para fortalecer a la corporación, aunque reconoció que alcanzar la operatividad total será complicado mientras no se incremente el presupuesto destinado a la institución. La falta de recursos afecta directamente la capacidad de sostener el número ideal de bomberos por turno y mantener abiertas todas las estaciones.
A pesar de las limitaciones, la corporación continúa atendiendo emergencias en pro de la seguridad de los potosinos.
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