
La historiografía, entendida como el estudio crítico de la historia, indica que la enfermedad de la influenza ha estado presente en la población potosina desde tiempos antiguos. Uno de los episodios más documentados ocurrió entre octubre y diciembre de 1918, cuando la enfermedad alcanzó la categoría de pandemia tras la conclusión de la Primera Guerra Mundial, y que cobró al menos 117 vidas solo en el municipio de Real de Catorce.
Así lo relataron la Dra. Flor de María Salazar Mendoza, investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), y Erandi Mariel Vidales Galindo, estudiante de la Licenciatura en Historia, a través del proyecto «El otoño de 1918 en San Luis Potosí: decesos a causa de la pandemia de la influenza», trabajo que forma parte de la edición 31 del Verano de la Ciencia de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
La Dra. Salazar Mendoza explicó que, tras el conflicto bélico entre 1914 y 1918, México experimentó al menos cuatro oleadas de esta enfermedad. La más severa, de acuerdo con los registros de defunciones en San Luis Potosí, fue la ocurrida entre octubre y diciembre de 1918, lo que dio nombre al proyecto. El objetivo del estudio es contabilizar los fallecimientos por influenza registrados ese año en diversos municipios del estado.
Uno de los hallazgos clave del proyecto fue contrastar los registros oficiales con la prensa de la época. Según notas del periódico La Razón, en San Luis Potosí no se reportaban decesos por influenza, lo que plantea interrogantes sobre la cobertura y veracidad de las fuentes periodísticas de aquel entonces.
La investigación también destaca que la influenza llegó a México a través del transporte marítimo y ferroviario, el cual se intensificó por el desplazamiento de personas generado por la guerra y su desenlace.
En 1918, la población carecía de vacunas contra la enfermedad; sin embargo, se implementaron algunas medidas como cordones sanitarios y aislamiento, similares a los procedimientos adoptados durante la pandemia de COVID-19 en 2020. Según las autoras, esto demuestra cómo la sociedad, incluso sin conocer la etiología del virus, intentó contener la propagación de la enfermedad.
Finalmente, la Dra. Salazar Mendoza y Erandi Vidales Galindo subrayaron que, a más de 100 años de aquella pandemia, el conocimiento científico ha avanzado considerablemente. Hoy en día existe una vacuna contra la influenza, y gracias a los registros históricos es posible analizar cómo ha evolucionado la respuesta sanitaria a las pandemias a lo largo del tiempo.
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