
El Congreso del Estado, aprobó por unanimidad el Decreto que reforma las fracciones I, y V, del artículo 69 de la Ley de Turismo del Estado de San Luis Potosí, para establecer como obligaciones de los turistas, el observar las normas de higiene para la preservación de la limpieza de las zonas y caminos turísticos, y su conservación de las áreas naturales.
Lo anterior, para una convivencia social y la adecuada utilización de los servicios y establecimientos turísticos, con el fin de proteger y conservar el patrimonio histórico, cultural y turístico y respetar el entorno natural y cultural de los sitios en los que se realizan sus actividades turísticas, mediante la concientización de las personas que visitan los lugares naturales para un mayor cuidado del medio ambiente.
La iniciativa fue presentada por la diputada Roxanna Hernández Ramírez y establece que en la actualidad, el turismo representa una de las principales actividades económicas y sociales a nivel global, ya que permite el intercambio cultural, el desarrollo regional y la valoración del patrimonio histórico y natural. No obstante, el crecimiento del turismo también ha traído consigo una serie de retos relacionados con la conservación del medio ambiente, la preservación de los espacios públicos y el respeto por los entornos naturales y culturales que son visitados.
La conservación de áreas naturales protegidas y zonas de alto valor ecológico requiere de la participación activa y consciente de todos los actores del turismo, en especial de los visitantes. La educación ambiental y la concientización sobre el impacto que nuestras acciones generan en el entorno permiten fomentar un turismo responsable, en el que se respete la flora, la fauna y los elementos culturales que le dan identidad a cada destino.
Por lo tanto, es necesario reforzar campañas de concientización que fomenten el sentido de pertenencia, el respeto mutuo y la responsabilidad individual y colectiva. Un turismo consciente, sustentable e inclusivo solo será posible si se comprende que la protección del entorno natural y cultural es una tarea de todos. Observar las normas de higiene no debe verse como una obligación impuesta, sino como una manifestación del compromiso que cada persona tiene con el bienestar de la sociedad y con el legado que deseamos dejar a las futuras generaciones.