El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistió ayer al partido de temporada regular de la NFL en el Northwest Stadium, donde los Leones de Detroit vencieron 44-22 a los Comandantes de Washington. Es la primera vez en casi 50 años que un mandatario en funciones acude a un juego de liga regular. Su presencia generó abucheos cuando apareció en la pantalla gigante.
La visita ocurrió un día después de que se revelara que la Casa Blanca habría solicitado que el nuevo estadio de los Comandantes, un proyecto de casi 4 mil millones de dólares, lleve el nombre de Trump. El mandatario declaró que trabaja para facilitar permisos y destacó al propietario del equipo, Josh Harris, como un “gran aliado”.
Harris, cofundador de Apollo Global Management, ha expresado admiración hacia Trump. En mayo, el presidente anunció que el draft de la NFL de 2027 se realizará en Washington, lo que incrementó la visibilidad de la relación entre ambos.
Trump se ha mostrado recientemente en diversos eventos deportivos, como la Ryder Cup, la Daytona 500 y el Abierto de Estados Unidos, en una agenda pública marcada por altos perfiles y apariciones masivas.
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