
Caos y destrucción fue el saldo de la tromba que se registró la tarde y noche del pasado sábado 29 de mayo en el municipio de Matehuala, exactamente dos años después de la catástrofe que también dejó serias afectaciones y daños a negocios, inmuebles particulares y edificios públicos.
Fue minutos después de las 18:00 horas cuando comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia en la llamada Ciudad de las Camelias, sin embargo, de un momento a otro se formaron fuertes corrientes de agua que crecieron y arrastraron con cuanto objeto pudieron sobre las calles de Matehuala. Fuertes ráfagas de viento y una intensa granizada empeoraron el embate de la naturaleza y fue entonces cuando los daños comenzaron a hacerse evidentes.
La fuerza del viento derribó árboles y postes de energía eléctrica dejando sin el servicio a varias colonias. Algunos autos tuvieron afectaciones por el exceso de agua que corría sobre las vialidades. Cientos de automovilistas tuvieron que detener su marcha ante la poca visibilidad y el riesgo al que se exponían con esta situación.
Una hora después, las ira de la Madre Naturaleza había pasado y ya sólo quedaba una lluvia ligera, sin embargo, para ese momento los daños ya eran considerables. Las fuertes lluvias inundaron el acceso al Hospital General de Matehuala, el agua ingresó a diversos inmuebles . En la planta de Draexlmaier se registró el colapso de una parte del techo que no soportó la fuerza del granizo ni las inclemencias del fenómeno.
Tras lo sucedido, las autoridades de Protección Civil implementaron diversos operativos en las diferentes colonias de Matehuala para conocer las condiciones en que se encontraban inmuebles y demás recintos tras la situación. Pese a lo complicado del fenómeno y los daños que se generaron, no se registraron pérdidas humanas.
Advirtieron que, en los próximos días se podrían registrar fenómenos similares por lo que conminaron a la población a mantenerse alertas y prevenir cualquier complicación.