Los principales destinos naturales de la Huasteca potosina han comenzado a recuperar su belleza y vitalidad luego de las lluvias que se presentaron en semanas recientes, devolviendo el caudal y color característico a ríos y cascadas que habían permanecido mermados por años de intensa sequía.
Sitios emblemáticos como la cascada de Tamul y las cascadas de Micos, en Ciudad Valles, así como Minas Viejas, en El Naranjo, reabrieron al público con autorización de las autoridades estatales, bajo medidas de control y vigilancia que buscan garantizar la seguridad de los visitantes y la conservación del entorno.
Como parte del operativo de reapertura, se ha limitado el número de personas que pueden acceder simultáneamente a cada paraje, y se mantiene la presencia de personal de protección civil y cuerpos de seguridad en los municipios huastecos.
A pesar de las buenas condiciones climáticas y del atractivo visual que ofrecen nuevamente estos destinos, los ríos aún presentan niveles de agua elevados, por lo que se ha llamado a la población a extremar precauciones durante sus visitas, para evitar accidentes en esta temporada vacacional.
Con este repunte natural, la Huasteca potosina se perfila una vez más como uno de los principales polos turísticos del estado, en un momento clave para su recuperación ambiental y económica.
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