
Lyle (nacido en enero de 1968) y Erik Menéndez (nacido en noviembre de 1970) eran dos hermanos que aparentemente no tenían mayores problemas en la vida, pero ambas personalidades se convirtieron en dos de los rostros más conocidos de 1996 tras ser arrestados por ser los presuntos asesinos de sus padres.
Su padre José Menéndez, era un inmigrante cubano que se desarrollaba profesionalmente en la industria del entretenimiento, quien se enamoró de una joven en la Universidad del Sureste de Illinois en la década de los 60; con quien se casaría unos años adelante. Desde que contrajeron matrimonio, ambas personas hicieron todo lo posible por verse como una familia ideal; interés que se volvió más fuerte cuando llegaron a tener hijos.
Reportes policiacos señalan que las autoridades acudieron a la propiedad de José y Kitty Menéndez solo para encontrar a los adultos brutalmente asesinados. Lyle y Erik miraban con sorpresa la escena, aseguraban haber ido a ver ‘Batman’ al cine y a comer a un festival en Santa Mónica antes de regresar a su hogar y encontrar a sus padres brutalmente asesinados. Con el tiempo se sabría que los hermanos Menéndez escondían la verdad de sus acciones aquella velada.
Meses después del asesinato, los Menéndez comenzaron a gastar dinero en grandes cantidades mientras que la policía intentaba dar con los responsable: Lyle y Erik comenzaron a gastar la fortuna de sus fallecidos padres; compraron restaurantes, autos y relojes de lujo; se fueron de vacaciones, se mudaron de casa e incluso asistieron a partidos de básquetbol. Una de las tarjetas coleccionables más caras de la historia capturó a los hermanos disfrutando de un juego de los New York Knicks.
Los detectives comenzaron a sospechar de los hermanos cuando se toparon con pared en todas las líneas de investigación que seguían. ¿Habían asesinado a sus padres para poder tener una gran cantidad dinero a su disposición? Pese a los intentos por establecer un vinculo claro, las autoridades no tenían nada que relacionara a los jóvenes en el crimen. Incluso convencieron a uno de los amigos de Erik de grabar una conversación que pudiera incriminarlo. Ese esfuerzo tampoco tuvo éxito.
Tras meses de investigación y sin llegar a un paradero, parecía que el homicidio se mantendría impune; fue entonces cuando la policía recibió una llamada. Judalon Smyth sabía que Lyle y Erik Menéndez habían matado a sus padres. El propio Erik lo confesó a Jerome Oziel, su psicólogo (entonces pareja de Smyth). Al romper su relación (y sin necesidad de respetar un privilegio médico-paciente) Judalon hizo lo que creyó conveniente y denunció los hechos. El 8 de marzo de 1990, Lyle Menéndez fue arrestado; tres días después, la policía pudo arraigar a su hermano.
La Corte mencionó que los hermanos señalaron que asesinaron a sus padres porque José Menéndez había violado a sus dos hijos cuando estos eran niños. Kitty sabía de esto, lo permitía e incluso protegió a su marido cuando fue cuestionado por uno de sus familiares
Cuando los hermanos confrontaron a sus padres por el abuso, recibieron una amenaza. En su testimonio judicial, Erik dijo que tanto él como Lyle temieron por su vida, por lo que decidieron asesinar a sus padres. Esa noche, ambos entraron al estudio de sus padres y les dispararon con escopetas: José recibió 6 impactos; Kitty recibió 10.