
Gandallas y valemadristas los taxistas, de por si poco queridos por la sociedad potosina, ahora les ha dado por estacionarse, y no quitarse, de espacios destinados a personas discapacitadas, obligando a invidentes, gente en sillas de ruedas, con muletas y otras afectaciones tanto de los sentidos como motrices, a que bajen al área de rodamiento de vehículos para poder abordar el camión que los lleva, todos los días, al CREE.
En la Alameda Juan Sarabia, del lado de la calle Othón, hay un área destinada al ascenso y descenso de personas discapacitadas que abordan un camión que los lleva a las instalaciones del CREE para recibir terapias físicas y motrices.
Los ruleteros, famosos por valemadristas, les ha dado por estacionarse en el lugar exclusivo para los camiones que dan servicio a las personas discapacitadas. Los taxis pueden durar ahí horas en espera de que algún ciudadano ocupe sus servicios.
Cuando el camión para discapacitados llega, no se puede estacionar en el lugar que tiene destinado, por lo que las personas deben bajar de la banqueta y caminar hasta poder subir al camión, esto ante la mirada indiferente de los choferes de los taxis.
La multa por estacionarse en un lugar exclusivo para discapacitados supera los 4 mil pesos, pero gracias a la mafia entre taxistas e inspectores de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, los ruleteros se han vuelto intocables, nadie los multa, nadie los sanciona, nadie les llama la atención. Desde la SCT se solapa el mal servicio, las violaciones al reglamento vial y las afectaciones que causan a la ciudadanía.