
El ‘Son de la Negra’ es mucho más que una canción tradicional mexicana. Para muchos, es un himno del mariachi y uno de los temas que no pueden faltar en la noche del 15 de septiembre, cuando el pueblo entero se reúne a celebrar la Independencia de México.
Desde sus primeros acordes con violines y trompetas, la pieza despierta emociones que van del orgullo patrio a la alegría colectiva. Basta escucharla para que broten los gritos de «¡Viva México!” en plazas, calles y hogares de todo el país.
¿Cómo surge el ‘Son de la Negra’?
Aunque el ‘Son de la Negra’ se asocia de manera directa con Jalisco y el occidente del país, su origen es en parte un misterio. Investigaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sugieren que se trata de una composición de autoría anónima, que se compuso entre 1812 y 1821.
En su artículo El son mariachero de la Negra: de gusto «regional» a independentista a «aire» nacional contemporáneo, Jesús Jáuregui llegó a esta conclusión. Esto tras analizar versos que mencionan un “rebozo de seda de Tepic”, producto muy popular durante aquellos años de la Independencia.
De esta forma, la canción no sólo se vincula al mariachi, sino también al contexto histórico que vio nacer a México como nación independiente.
Pese a su carácter de obra popular anónima, en el registro de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) aparece a nombre de Rubén Fuentes Gasson y Silvestre Vargas Vázquez, líderes del Mariachi Vargas de Tecalitlán en los años cuarenta y cincuenta.