
Un terremoto de magnitud 7.8 se registró este viernes en las cercanías de Petropavlovsk-Kamchatsky, en el Lejano Oriente ruso, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El movimiento ocurrió a unos 10 kilómetros de profundidad, lo que lo convierte en un sismo de tipo superficial.
A pesar de la intensidad, las autoridades locales y organismos internacionales no han confirmado víctimas ni daños de consideración. Tampoco se ha emitido alerta de tsunami, aunque los sistemas de vigilancia permanecen atentos ante cualquier variación en las condiciones marítimas.
El epicentro se localizó en una zona aislada de la península de Kamchatka, región acostumbrada a la actividad sísmica por su ubicación en el llamado Anillo de Fuego del Pacífico. La lejanía respecto a los principales centros urbanos ha contribuido a que los efectos iniciales sean limitados.
Expertos advierten, sin embargo, que la poca profundidad del hipocentro puede generar temblores más intensos en superficie y elevar los riesgos en caso de nuevas réplicas. Por ello, equipos de monitoreo en Rusia y agencias internacionales se mantienen en alerta.
Este evento se suma a otros movimientos telúricos recientes en la misma zona, que continúa siendo uno de los puntos de mayor actividad sísmica en el planeta.
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