
El dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, continúa siendo un problema de salud pública en distintas regiones del país, sobre todo en temporadas de calor y lluvias. Detectar sus síntomas a tiempo es crucial para recibir atención médica oportuna y prevenir complicaciones graves como el dengue grave o hemorrágico.
Entre los principales signos de alerta se encuentran fiebre alta repentina, dolor intenso de cabeza, molestias detrás de los ojos, dolor muscular y articular, fatiga extrema y erupciones cutáneas similares a las del sarampión. En algunos casos, también pueden presentarse náuseas, vómito y sangrado leve en encías o nariz.
Especialistas advierten que, ante la presencia de estos síntomas, es importante evitar la automedicación y acudir de inmediato a un centro de salud. El tratamiento temprano ayuda a controlar la enfermedad y a reducir el riesgo de complicaciones potencialmente mortales.
La prevención sigue siendo la herramienta más efectiva contra el dengue: eliminar criaderos de mosquitos, mantener patios y azoteas libres de agua estancada, usar repelente y colocar mosquiteros son medidas clave para reducir la transmisión.