Los recientes hechos violentos que se han registrado en San Luis Potosí no sólo han evidenciado el nivel de inseguridad que se vive en el estado y el poderío de los grupos criminales, a la par, se ha dejado ver la falta de preparación, la escasa coordinación y la grave falta de equipo que deben sortear los agentes de las diversas corporaciones policiacas que se encuentran en la línea de batalla ante organizaciones que les duplican en número, eficacia y efectividad.
Por diversas vías circuló el audio de un presunto agente de la Policía de Investigación (Policía Ministerial) que clamaba por ayuda luego del ataque armado que se registrara la mañana del pasado sábado en las inmediaciones de la colonia Progreso en donde un elemento perdiera la vida y dos más resultaran lesionados. Desesperado, el agente pedía refuerzos y denunciaba la falta de apoyo por parte del C4 y el C5. Los dejaron solos. Los refuerzos tardaron mucho en llegar, la Cruz Roja nunca apareció.
Los agentes, según dicen, no traían siquiera chaleco antibalas, no sabían cómo proceder ante una situación de esta naturaleza y, en vista de la falta de apoyo, entraron en pánico. No supieron qué hacer.
El problema parece estar presente en todas las corporaciones; esta misma semana se registró una persecución iniciada en la Colonia El Paseo que terminó con varios heridos. Luego, en Infonavit Morales un hecho similar en donde se exhibió la falta de protocolos y preparación de los agentes para asegurar a un posible delincuente.
Mucho se dice que las corporaciones están en capacitación constante, que se adquirió nuevo equipo, que se fortalecen las estrategias, que una cosa y otra, pero los resultados siguen siendo los mismos. A eso se le agrega la falta de coordinación entre instituciones; la Guardia Nacional apenas y se le ve, el Ejército parece ocupado en otras cuestiones, la cabeza de la Fiscalía presumiendo logros que nadie más ve, jefes policiacos agazapados en el escritorio… hay de todo, mientras tanto, los agentes son la carne de cañón, son los soldados que mandan a la guerra sin fusil.
