«Siempre ha sido un orgullo que digan MI PAPÁ ES POLICÍA«, así coincidieron elementos de Seguridad Pública del Estado, que ejercen ese doble papel en la sociedad.
Policías estatales adscritos a la zona huasteca, pasaran un dia diferente este 21 de junio, pues anteponen su celebración familiar por salvaguardar a la sociedad.
Para el oficial Jorge Hernández Escobar, con 21 años de servicio, las ganas de serviría su comunidad, lo motivaron a ingresar a las filas de la Policía Estatal
“Ha sido difícil, porque casi la mayor parte de nuestro trabajos nos absorbe, y en las festividades tenemos que dejar a nuestras familias solas”
Recuerda que su papel de padre le ha ayudado en algunas ocasiones, le da ese toque de humanidad a su desempeño.
“Mi familia me apoya en todo momento, mis hijos aunque saben que no estoy con ellos, me apoyan para que siga adelante”.
Aseguró que en la actualidad es muy difícil, «pero hay que enseñarles a los niños, hoy en día son muy rebeldes, pero con buenas enseñanzas de los padres, podemos lograr que tengan ese respeto…».
Pidió a la gente que sigan creyendo en la Seguridad Pública del Estado, «habemos muchos elementos buenos, somos muchos los que queremos sacar la seguridad adelante».
Afirmó que en lo personal «claro que ha válido la pena» el sacrificio de tener este doble papel en la sociedad.
“Hace poco ayudamos a liberar a una señora que estaba privada de su libertad, y ella estaba muy agradecida… el sentimiento de que ayudaste a que regresara con su familia, es algo inesperado”.
Uno siente bonito que le digan a mi niña ¿Tu papá es policía?
Otro de los elementos Juan de Dios Maldonado, con 14 años de servicio, aseguró que para su familia es un orgullo su profesión.
Sonriente acepta que «Uno siente bonito que le digan mi niña ¿Tu papá es policía? si mi papá es policía».
“Aunque nos perdemos algunas cosas, ellos saben que es lo hacemos por el bien de la sociedad, estoy orgullo de formar parte de seguridad pública, ya que con esto le he dado el sostén a mi familia, y es una decisión que uno toma, al iniciar y la meta es terminar aquí…”
Sobre la estigmatización de la sociedad hacia los elementos de seguridad, comentó, «las actuaciones buenas son muchas, pero a veces una actuación mala hace que caiga todo lo que se ha hecho pero a veces generalizan una actuación mala ha todos en general y pues no, ojalá que tengan confianza en la policía porque estamos para servirles…”.
«Mi papá es policía… es un mil usos»
Finalmente Alfonso Reyes , quién tiene 18 años de servicios en las filas de la corporación aseguró que «Es un honor seguir dentro de la corporación, servir a la comunidad, para dar más por los demás».
“Sabemos que todos los padres están reunidos en su casa con su familia con sus hijos, nos ha tocado estar lejos en otros municipios laborando en esas fechas y siente uno esa emoción, a pesar de que estamos con nuestros compañeros, no es lo mismo llegar y sentir un abrazo de su familia es lo que a veces se siente…”.
Recordó que en repetidas ocasiones le ha tocado acudir por sus hijos a la escuela, aún portando su uniforme «Cuando ven a un policía en las escuelas, y en su inocencia (los niños) ellos se emocionan (risas) nos quieren tocar todo…».
Aseguró que siempre ha sido un orgullo para él, que sus hijos digan que su papá es policía, «Cuando le dicen en la escuela ¿tu papá es policía y que mas sabe hacer? no pues sabe muchas cosas, mi papa sabe hacer infinidad de cosas, es que mi papá es un mil usos (risas)… es un orgullo corresponderle a mi familia».
Su papel como padre de familia no ha sido fácil, pues enfrenta el reto de la modernidad, de la revolución social y electronica, en la que actualmente crecen los niños y jóvenes, pero que ha sabido enfrentar, gracias también a la actualización que deben tomar los elementos de seguridad.
«Yo tengo de hecho dos jóvenes de 18 y 15, y si es difícil pero hay que hablarles con respeto, darles confianza».
“Vale la pena realmente sacrificar un día como el día del padre…, pues el regresar de mi trabajo, y ya nada mas escuchan la camioneta y vienen el niño corriendo -tengo un niño de tres años- que nada más que llegó y se me prende de la pierna y me abraza, esa es la satisfacción que tengo que les he podido dar mucho”.
Los elementos coincidieron es pedirle a la sociedad que les tengan confianza, que se reconozca su trabajo, pues ellos -al igual que muchos otros padres de familia- salen a diario de casa con la esperanza de regresar sanos y salvos con su hogar.
Pidieron a otros padres de familia a resaltar los valores en casa, y en los jóvenes, trabajar en la confianza y el respeto entre la sociedad y sus corporaciones de seguridad.
