El Senado de la República aprobó en lo general y lo particular un paquete de reformas que impactan directamente en la búsqueda de personas desaparecidas y en la identidad nacional. Las modificaciones abarcan la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, la Ley de Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, así como la Ley General de Población.
Las reformas fueron respaldadas por las bancadas del Partido Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano en materia de desaparición, pero ambas votaron en contra de los cambios a la Ley de Población. En contraste, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) rechazó todas las iniciativas.
Uno de los ejes centrales de la reforma es la creación de la CURP biométrica, que integrará fotografía y huellas dactilares, convirtiéndose en el nuevo documento oficial de identificación nacional. Esta medida busca reforzar la protección de la identidad y los datos personales de los ciudadanos, bajo un esquema más seguro y moderno.
Asimismo, se aprobó la creación de la Plataforma Única de Identidad, el Banco Nacional de Datos Forenses y otros sistemas de archivo e información, que permitirán el monitoreo en tiempo real de personas mediante la CURP. Estos mecanismos estarán enfocados en mejorar los procesos de búsqueda, localización e identificación de personas desaparecidas, una crisis que ha golpeado gravemente a México en los últimos años.
Las reformas buscan fortalecer la coordinación interinstitucional y dar mayor certeza en la identificación de víctimas. No obstante, la oposición ha expresado preocupaciones sobre la posible concentración y uso indebido de datos personales.
Con estas medidas, el Estado mexicano intenta responder a la urgencia humanitaria de más de 100 mil personas desaparecidas y al reclamo social por una mayor eficacia en su localización.
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