No importa qué se vaya a denunciar. No importa cuál sea la emergencia. No importa cuántas veces se llame, nunca nadie contesta; es la queja constante de cientos de potosinos que se sienten completamente burlados por el dichoso sistema de emergencia del 911.
Así como hizo Xavier Nava cuando presentó su dichoso proyecto de las luminarias, asegurando con ellas reduciría en automático la incidencia delictiva, cuando se echó a andar la línea 911 se vendió la idea de que habría una respuesta oportuna a la ciudadanía en todo momento y que, en coordinación con las corporaciones de Seguridad Pública, tanto municipales como la estatal, se garantizaría la atención inmediata.
Cientos de personas dan testimonio del timo que resultó ser este flamante sistema que costó millones de pesos a los potosinos. No importa si es para reportar un pleito callejero, una pelea entre vecinos o una balacera, no hay respuesta alguna. Tampoco importa cuántas veces se intente, si se tiene buena suerte, una operadora contestará sólo para poner en espera la llamada, eso sí, jurando que es importante.
Ante la creciente inseguridad que se ha registrado en San Luis Potosí y la necesidad de contar con el apoyo de las autoridades, son cada vez más los potosinos que se desencantan de este sistema y lamentan el poco interés que están mostrando las autoridades para dar una atención efectiva a la ciudadanía con lo que, además, se podría hacer frente de forma efectiva a la inseguridad y la violencia que azota a toda la entidad.
