
Al menos trece personas murieron y otras seis resultaron heridas, de ellos tres policías, al intentar escapar de una fiesta clandestina en Lima. El accidente ocurrió tras la llegada al lugar de la Policía Nacional del Perú (PNP), que detuvo también a veintitrés personas.
Las muertes se produjeron en la noche del sábado cuando gran parte de los alrededor de 120 asistentes a esta fiesta se atropellaron los unos a los otros y quedaron atrapados y aplastados entre la puerta de ingreso al local y una escalera.
El Ministerio del Interior aclaró en un comunicado que la Policía no utilizó en ningún momento armas o gases lacrimógenos para desalojar el local.
La intervención policial a esta reunión social se dio una hora antes de que comenzase el toque de queda nocturno, que rige desde las 22.00 a las 4.00 hora local. Las reuniones familiares y sociales están prohibidas como parte de las medidas dictadas por el Gobierno para evitar más contagios de COVID-19.
Una estrecha salida provoca avalancha humana
La fiesta acontecía en el segundo piso de un local llamado Thomas Restobar, ubicado en el populoso distrito limeño de Los Olivos.
Si bien los policías pensaban encontrarse con una fiesta de unas 20 o 30 personas, hallaron a unas 120 en un reducido espacio, según precisó a la emisora RPP Noticias el comandante general de la Policía, Orlando Velasco.
Para evitar ser detenidos, los asistentes de la fiesta clandestina trataron escapar por la única escalera que llevaba a la salida situada en el piso inferior y provocaron una avalancha donde la gente quedó atrapada unos encima de otros.
Once de los trece fallecidos por asfixia estaban contagiados con COVID-19, y quince de los veintidós detenidos por la Policía en el mismo lugar también están infectados, según las pruebas que pasaron este domingo.
Con información de EFE
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