
Desde lo alto de la ciudad, donde el mar y la historia se encuentran, se erige la imponente fortaleza de San José el Alto, un antiguo bastión militar que aún parece vigilar las aguas del Golfo de México con la misma firmeza con la que alguna vez contuvo a piratas y corsarios.
Construida como parte del sistema defensivo de la ciudad amurallada de Campeche, esta edificación fue pieza clave para resguardar uno de los puertos más codiciados del Caribe durante la época colonial. Su ubicación estratégica permitía detectar a tiempo las amenazas marítimas, en un momento en que las riquezas comerciales de la región eran blanco constante de ataques.
Hoy, la fortaleza ha sido transformada en el Museo de Barcos y Armas, un espacio cultural que resguarda valiosas piezas históricas que datan desde el Virreinato hasta la Independencia. Cañones, armas de fuego, modelos navales y documentos antiguos forman parte de la colección que da vida al legado marítimo y militar de la región.
Pero no solo el contenido del museo cautiva: desde sus altos muros se puede contemplar una asombrosa vista panorámica del Mar Caribe y del centro histórico de Campeche, Patrimonio Mundial de la Humanidad. Una experiencia que combina historia, arquitectura y naturaleza, y que invita a redescubrir la riqueza cultural de una ciudad que supo defenderse del tiempo y del olvido.
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