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Salud mental en hombres

Comienza el autocuidado

Durante décadas, a los hombres se les ha enseñado a ser fuertes, invulnerables y a reprimir sus emociones. Frases como «los hombres no lloran» o «aguántate como un hombre» han sido parte de un modelo de masculinidad que impide que muchos reconozcan y atiendan su salud mental. Este paradigma no solo es injusto, sino peligroso. Según la Organización Mundial de la Salud, los hombres tienen tasas más altas de suicidio en comparación con las mujeres, a pesar de que ellas suelen ser quienes más buscan ayuda profesional. Esta contradicción nos lleva a una conclusión urgente: es necesario redefinir lo que significa ser hombre, incluyendo el derecho (y la necesidad) de cuidar su salud emocional.

Romper con la idea de que expresar tristeza, ansiedad o miedo es un signo de debilidad es un primer paso fundamental. Sentir no es fallar. Al contrario, reconocer las propias emociones es un acto de valentía que permite conectar con uno mismo y con los demás de forma más profunda y auténtica. El autocuidado emocional no tiene por qué contradecir la masculinidad; puede, de hecho, enriquecerla.

Existen diversas estrategias que los hombres pueden aplicar para iniciar este camino hacia una salud mental más plena:

Reconocer las emociones sin juicio: aprender a identificar lo que se siente sin minimizarlo ni avergonzarse por ello. Llevar un diario emocional o simplemente tomarse un momento cada día para reflexionar puede ser de gran ayuda.

Buscar apoyo sin temor: hablar con un amigo cercano, un familiar o acudir a un terapeuta. La terapia no es solo para cuando “todo va mal”; también puede ser una herramienta para crecer, conocerse y prevenir problemas más serios.

Redefinir la fuerza: entender que ser fuerte no es aguantar en silencio, sino saber cuándo pedir ayuda. Ser vulnerable no significa ser débil, sino humano.

Establecer rutinas de bienestar: dormir bien, hacer ejercicio, cuidar la alimentación y buscar espacios de descanso y desconexión emocional son actos esenciales de autocuidado.

Cuestionar los modelos heredados: muchas veces, los hombres replican lo que vieron en su entorno sin preguntarse si eso les hace bien. Es válido y saludable construir una masculinidad propia, más libre y consciente.

La salud mental no es un tema de género, pero los hombres enfrentan barreras culturales específicas que dificultan el acceso al cuidado emocional. Por eso es vital abrir espacios de conversación y promover modelos masculinos más inclusivos, sensibles y humanos. Hablar de salud mental no es debilidad, es responsabilidad. Y cuidarse, emocionalmente, también es un acto de amor propio.

Estefanía López Paulín
Contacto: psc.estefanialopez@outlook.com
Número: 4881154435

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