La renuncia de Alejandro Gertz Manero como titular de la Fiscalía General de la República generó posturas encontradas entre las fuerzas políticas. La oposición reclamó la falta de explicaciones sobre los motivos de su salida, mientras Morena sostuvo que se trató de una decisión estrictamente personal.
El líder nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, afirmó que es evidente que Gertz fue presionado para dejar el cargo y cuestionó por qué el gobierno o la propia fiscalía no aclararon la causa de su retiro. Recordó que la ley sólo permite aceptar la renuncia del fiscal por una causa grave, figura que, dijo, no se acreditó.
Romero criticó que el Senado considerara como causa grave el ofrecimiento de otro puesto, lo que, a su juicio, abre más interrogantes que respuestas.
En contraste, Morena defendió la legalidad y legitimidad de la renuncia. El coordinador Ricardo Monreal sostuvo que fue una decisión personal y que sólo en caso de destitución debe acreditarse una causa grave. Señaló que el tema «ya es asunto juzgado».
Senadores de Morena y aliados insistieron en que Gertz explicó en su carta que dejaba el cargo tras recibir la oferta de una embajada y que él mismo manifestó no querer continuar después de seis años al frente de la Fiscalía. Consideraron absurdo exigirle mantenerse en el puesto, como planteó la oposición.
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