Dormir bien es una de las necesidades más importantes para el cuerpo humano. Sin embargo, en la actualidad muchas personas han visto alterados sus horarios debido al estrés, el trabajo y el uso excesivo de dispositivos electrónicos. La falta de descanso afecta directamente al rendimiento físico, mental y emocional.
Los especialistas en salud recomiendan dormir entre siete y ocho horas cada noche, pero también destacan que no solo importa la cantidad de sueño, sino la calidad. Acostarse y levantarse a la misma hora es un hábito que favorece un descanso más reparador.
Además, mantener un espacio libre de ruido, con poca luz y temperatura adecuada contribuye a generar un ambiente óptimo para el descanso. Evitar las pantallas al menos una hora antes de dormir también es clave para mejorar el ciclo de sueño.
Un sueño saludable no solo previene enfermedades, también fortalece la memoria, el estado de ánimo y la capacidad de concentración, lo que impacta directamente en la calidad de vida.
