Los inspectores de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes no han parado la cacería de Uber en la zona metropolitana y sin medir consecuencias embisten a los conductores con sus vehículos para obligarlos a detenerse. Así como ocurrió esta mañana en avenida Topacio, entre las calles de Amatista y Alejandrina, en la colonia Jardines del Sur, cuando dos autos de la secretaría impactaron contra uno privado, lo que no sabían es que el conductor no pertenecía a ninguna de las plataformas de transporte.
Todo ocurrió esta mañana, alrededor de las 8:30 de la mañana, un padre de familia dejo a su pequeña en una escuela cerca de la avenida de la Estrella. El siguió su camino por Topacio, cuando de repente, dos raudos conductores comenzaron a perseguirlo como criminales. El hombre asustado prefirió pisar el acelerador para evitarlos.
Luego de que intentara huir, los inspectores le cerraron el paso como si de una emboscada se tratase. La maniobra de los dos Versas blancos provocó que el conductor se estrellara con ambos, uno por la parte frontal y otro por detrás.
Cuando se bajó el conductor de su vehículo, también un Versa de color rojo, se percató que ambos carros eran de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y que se trataban de inspectores que se dedican a cazar Ubers en las principales avenidas de la ciudad. Aproximadamente, seis sujetos se bajaron de los vehículos y comenzaron a cuestionar al hombre sobre si trabajaba para alguna de las plataformas de transporte privado
Grande fue la sorpresa de los señores inspectores cuando se dieron cuenta que se trataba de un simple ciudadano que acababa de dejar a su pequeña en la escuela. El hombre no traía teléfono celular, su vehículo no contaba con seguro y sus placas no estaban en regla, por lo que no podría pertenecer a ninguna de las proveedoras de transporte privado.
Desesperados por el gran embrollo en que se metieron, llamaron a una de sus grúas para que se llevaran el carro, antes de que llegaran los oficiales de tránsito, como indica la ley que deben realizar los levantamientos; sin embargo, no pudieron moverlos pues llegaron verdaderos conductores de Uber al enterarse del hecho por redes sociales.
Esto preocupo a los inspectores, quienes de inmediato llamaron a los gremios de taxistas. Los ruleteros no tardaron en llenar uno de los carriles de la avenida Topacio para amedrentar a los conductores de Uber.
El carro rojo quedó completamente dañado de la parte frontal, la facia se desprendió por completo y el faro izquierdo terminó en pedazos. La defensa de la parte trasera también se desprendió del carro, dejando doblada la facia.
Cuando el asunto comenzó a complicarse por la presencia de taxistas y verdaderos conductores de Uber, llegaron elementos de la Fuerza Metropolitana a resguardar la zona. Cabe señalar que, aunque el hecho de tránsito ocurrió a temprana hora y que se estuvo llamando constantemente a la Policía Vial para que llegara, pasaron más de dos horas y ni un solo tránsito municipal llegó al lugar; al parecer, se tomaron muy en serio el operativo radar.
