
Después de 13 años explorando Marte, el rover Curiosity ha recibido nuevas capacidades que le permiten realizar investigaciones científicas con un uso más eficiente de su energía. Gracias a actualizaciones que aumentan su autonomía y la capacidad de ejecutar múltiples tareas simultáneamente, el rover optimiza el uso de su generador termoeléctrico de radioisótopos (MMRTG), prolongando su operatividad en el planeta rojo.
Actualmente, Curiosity se encuentra en una región con formaciones creadas por agua subterránea hace miles de millones de años, en las laderas del Monte Sharp. Estas estructuras podrían aportar pistas sobre la posible existencia de vida microbiana en el pasado marciano.
A diferencia de misiones anteriores que usaban paneles solares, Curiosity y su hermano Perseverance cuentan con energía nuclear basada en plutonio, que con el tiempo produce menos potencia debido a la desintegración del material radioactivo. Por ello, el equipo de ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) ha implementado estrategias para reducir el consumo, como combinar tareas simultáneas y permitir que el rover tome «siestas» anticipadas si concluye sus actividades antes de lo previsto.
Estas mejoras permiten al rover extender su misión y continuar estudiando el clima antiguo y la habitabilidad de Marte con mayor eficiencia energética.
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