El retiro de casitas para perros en situación de calle generó inconformidad entre activistas y vecinos del Centro Histórico de San Luis Potosí, luego de que un sujeto que se identificó como personal de inspección retirara y desechara varias casitas de madera instaladas a un costado del templo del Perpetuo Socorro.
Los hechos ocurrieron en la calle Tomasa Estévez, casi esquina con Mariano Arista, donde habitualmente pernoctan alrededor de diez perros, en su mayoría de edad avanzada. De acuerdo con la información difundida por la asociación civil La Casa de Lili, los refugios habían sido colocados mediante donativos y trabajo voluntario, con el objetivo de proteger a los animales del frío, la lluvia y el abandono.
Integrantes de la organización señalaron que, además de las casitas, se realizaban labores constantes de limpieza del área y suministro de alimento y agua, como parte de una acción comunitaria para atender a los animales que viven en la vía pública. Indicaron que el retiro se realizó sin previo aviso ni posibilidad de diálogo, y que los refugios fueron arrojados a la basura.
La asociación destacó que las estructuras no representaban un riesgo ni una obstrucción y que contaban con datos de contacto visibles para atender cualquier observación relacionada con su colocación. El hecho fue calificado como una acción arbitraria que afectó directamente a los animales, quienes quedaron nuevamente expuestos a las bajas temperaturas.
Tras lo ocurrido, el colectivo solicitó la identificación de la persona que retiró las casitas, así como una explicación formal sobre el motivo de la acción y la reposición del material desechado. Asimismo, reiteró la necesidad de soluciones permanentes y dignas para los perros en situación de calle y llamó a la ciudadanía a mantenerse atenta y solidaria ante este tipo de situaciones que afectan iniciativas de protección animal en la capital potosina.
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