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[VIDEO] Rituales para abrir la abundancia rumbo al 2026

Este ritual busca cerrar el año agradeciendo y abriendo la intención para recibir los logros, metas y deseos del nuevo ciclo.

A punto de despedir el 2025 y dar la bienvenida al 2026, los rituales se convierten para muchas personas en una herramienta de intención y enfoque personal. Más allá de la creencia, la idea central es clara: los rituales son para uno mismo, para marcar un cierre de ciclo y abrirse a nuevas posibilidades.

Desde esta visión, cada persona es un portal de energía y los rituales funcionan como actos simbólicos que ayudan a liberar aquello que ya no funciona y a manifestar lo que se desea atraer: prosperidad, salud, paz y abundancia. Uno de los pasos fundamentales para este proceso es la limpieza del hogar en los últimos días del año.

La recomendación es realizar una limpieza profunda, deshaciéndose de objetos, ropa y cosas acumuladas que ya no cumplen una función. Posteriormente, se sugiere purificar el espacio con copal, recorriendo cada habitación con una intención clara de liberar la energía estancada. En este proceso, se invita a declarar en voz alta la liberación de todo aquello que impide el bienestar y la prosperidad.

El ritual también contempla armonizar los espacios donde hubo conflictos, visualizando la luz como un elemento transformador. En el centro del hogar —generalmente el comedor— se colocan frutas como mandarinas o naranjas, ramas de trigo y un tazón con siete semillas (lentejas, frijoles, maíz u otras), como símbolo de abundancia y prosperidad.

Una vez concluida la limpieza del hogar, se recomienda una limpieza personal. Un baño con sal disuelta en agua ayuda a depurar la energía acumulada durante el proceso, acompañado de afirmaciones enfocadas en soltar cargas emocionales y energéticas.

Finalmente, para el 31 de diciembre, se propone un baño especial de éxito y prosperidad que incluye aguardiente, leche, vino espumoso e incienso. Este ritual busca cerrar el año agradeciendo y abriendo la intención para recibir los logros, metas y deseos del nuevo ciclo. El acto simbólico culmina con un brindis, donde cada sorbo representa un mes del 2026 y una intención específica.

Más allá de la forma, estos rituales funcionan como un momento de reflexión, cierre y visualización, una pausa consciente para entrar al nuevo año con claridad, intención y esperanza.

Juanjo Flores

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