
La automedicación se ha convertido en una práctica frecuente entre la población mexicana, especialmente en casos de enfermedades respiratorias, dolores musculares o malestares estomacales. Sin embargo, especialistas advierten que el uso indiscriminado de fármacos sin supervisión médica puede generar complicaciones severas en la salud.
Entre los principales riesgos se encuentran las reacciones adversas, el retraso en el diagnóstico de enfermedades graves y el desarrollo de resistencia a los antibióticos, lo que complica futuros tratamientos.
La accesibilidad de medicamentos sin receta en algunas farmacias y la costumbre de compartir pastillas entre familiares son factores que favorecen esta práctica.
Autoridades sanitarias recomiendan acudir a consultas médicas, así como reforzar campañas de concientización sobre el uso adecuado de medicamentos, para evitar que la automedicación siga representando un problema de salud pública.