
Luego de que los pleitos con militantes y precandidatos del Partido Acción Nacional se incrementaran de manera notable, Xavier Nava Palacios oficializó su renuncia como precandidato del PAN a la gubernatura de San Luis Potosí argumentando, al igual que lo hiciera Sonia Mendoza, una serie de irregularidades, sin embargo, a decir de sus allegados, se va de la contienda tras no haber recibido el apoyo de los panistas al interior del estado.
Hace apenas unos días se dio a conocer la denuncia que pesa en contra de Nava Palacios luego de que un grupo de sus esbirros fuera captado repartiendo billetes a tajo y destajo para convencer a la gente de que votara por él. Tras revelarse la investigación, de nueva cuenta, Nava intentó reventar el proceso interno del PAN para elegir a su candidato a gobernador, pero de nuevo falló, razón por la que decidió presentar su renuncia diciéndose víctima de una campaña negra.
Al no contar con el apoyo de los potosinos, el alcalde con licencia fue a patalear a México esperando recibir un nuevo empujón para quedarse con la candidatura, pero se topó con que sus aliados que le retiraron el apoyo debido a que, en la carpeta de investigación por la famosa Estafa Maestra, su examigo Emilio Zebadúa, sí lo involucra en el fraude millonario que, presuntamente, cometió cuando era oficial mayor de SEDATU y Nava uno de sus factureros.
Sus cercanos insisten que Nava sólo ha logrado dividir al PAN pues ahora provocó una guerra de egos aliadas; la diputada local Sonia Mendoza y la federal, Josefina Salazar, ambas aspirantes a la presidencia municipal de la capital y acérrimas enemigas históricas.
Tras la renuncian, Nava asegura que los “Chuchos” están listo para lanzarlo y financiarlo con al menos 100 millones para la campaña constitucional, proyecto al que suma a Movimiento Ciudadano luego de haber limado asperezas con el dirigente estatal, Eugenio Govea, a quien desconoció y humilló luego de ser estratégico en su elección de alcalde.
Para olvidar las penas Nava, convocó a sus cercanos para ahogarlas en un buen vino no sin antes arremeter contra Octavio Pedroza y Juan Francisco Aguilar, además de amenazar con ensuciar la elección constitucional porque la gubernatura es de él o de nadie. Ya entrado en calor, se burló de las inocentes palomitas que se dejaron engañar, sabiendo que en este día, en nadie se debe confiar. Día de los Inocentes.