
San Luis Potosí se encuentra inmerso en una ola de inseguridad que afecta las cuatro zonas del estado y a toda la sociedad potosina. Para todos, excepto los responsables de la seguridad, vivimos en un estado de crisis e ingobernabilidad tal que ha llevado a que la ciudadanía comience a hacer justicia por su propia mano ante la impotencia que provoca la complicidad que cuerpos policiacos dan a delincuentes de todo tipo.
La semana del 24 al 29 de marzo dejó en tierras potosinas al menos 10 personas muertas, entre muertes violentas, ejecuciones y feminicidios, lo que evidencia, aún más, que las corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno, la Fiscalía General de Justicia en el Estado y hasta el Poder Judicial, han sido rebasados y son incapaces de dar resultados ante las exigencias de la ciudadanía y de la crisis de ingobernabilidad que padecemos.
El domingo 24 de marzo
Los números de emergencia sonaron con el reporte del cadáver de un hombre en la colonia General I. Martínez. La víctima tenía los pantalones abajo y según las autoridades, murió a causa de golpes en la cabeza.
Por la noche, en el municipio de Villa de Zaragoza, dos hombres fueron asesinados, uno a puñaladas y otro a golpes, mientras la alcaldesa se paseaba en la capital del estado, entre centros comerciales y salones de belleza.
El lunes 25 de marzo
Fue aún más sangriento. Por la mañana se reportó un hombre calcinado en una camioneta que días antes había sido reportada como robada. Los hechos en la parte trasera de la Presa.
En el municipio de Guadalcazar un hombre perdió la vida, algunas versiones indican que fue producto de una riña, aunque otras dicen que fue linchado por viejas rencillas.
Por la tarde la noticia de que una jovencita de apenas 16 años de edad fue asesinada de una manera cruel, alarmó a toda la sociedad. La víctima fue violada y golpeada hasta la muerte, esto en Soledad de Graciano Sánchez, el crimen fue tipificado como feminicidio.
Ya por la noche, en la carretera 57 con dirección a Querétaro, un hombre fue atropellado y muerto durante un pleito carretero.
De martes a jueves en la semana se reportó “lo usual”, asaltos, robos a transeúnte, a casa-habitación, de vehículos, a comercio, linchados, a empresas, todo, por supuesto, sin castigo para los delincuentes.
Viernes 29 de marzo
El mediodía del viernes 29 de marzo un hombre fue ejecutado en la puerta de su domicilio en el Barrio de Tlaxcala, a unas cuadras del Edificio de Seguridad Pública del Estado y de la Fiscalía.
Pero por la noche del viernes se volvió a teñir de sangre, un aparente robo en casa-habitación, terminó de una manera violenta y cruel, con la vida de un hombre a puñaladas, ahorcaron hasta la muerte a su hija de 15 años e hirieron a puñaladas a una mujer embarazada, los asesinos huyeron en una camioneta propiedad de las víctimas, todo esto en el Barrio de Santiago.
San Luis Potosí es tierra de nadie. Diputados de todos los partidos políticos han pedido y exigido al gobernador Juan Manuel Carreras que haga cambios en su gabinete de seguridad, sin embargo el mandatario y su séquito de colaboradores, asegura que no hay motivos para alarmarse, que todo está bien y la crisis colectiva se debe a los medios de comunicación que magnifican los crímenes.
Por su parte el alcalde de la capital, Xavier Nava, nombró como director de seguridad Pública Municipal a Edgar Jiménez Arcadia, un policía que fue expulsado de Guanajuato por los altos índices de criminalidad que había en la región, a pesar de los cuestionados antecedentes, Nava lo trajo para cuidar la ciudad, cosa que no ha hecho. Además, mientras personas fueron ejecutadas, el alcalde tenía un evento en Palacio Municipal, en el que se gastó dinero público, para un evento con alcaldes panistas, diputados panistas y el líder nacional de Acción Nacional, Marko Cortés.
En Soledad el coronel Urban tiene unas semanas, aún pide voto de confianza, pero la paciencia es poca y la criminalidad mucha.
En la Fiscalía, el señor fiscal está completamente ausente, en su lugar el vicefiscal da la cara, pero policías ministeriales, peritos y ministerios públicos están tan faltos de capacitación que los jueces les rebotan las carpetas de investigación casi sin leerlas.
En el Poder Judicial las excusas sobran: fallas en el debido proceso, carpetas de investigación mal elaboradas, falta de pruebas. El hecho es que los delincuentes hacen su agosto en territorio potosino con la complicidad de todos los que deberían procurar y garantizar justicia, además con la protección de los visitadores de Derechos Humanos que poco les falta pedir guaruras para los rateros, pues no quieren que nadie los toque ni con el pétalo de una rosa y «organizaciones civiles» que cuidan más los filtros de las fotografías que exigir justicia para las víctimas.
Así el San Luis que antaño fue tranquilo y seguro, ya poca gente se acuerda de los buenos tiempos, ahora todos saben que las autoridades sirven para dos cosas: para nada y para nada.
Por cierto, todas las muertes de la semana, y las de los últimos meses y años, siguen impunes.