
El gobierno federal trabaja en la rehabilitación de una antigua planta en Metapa de Domínguez, Chiapas, para producir moscas estériles y erradicar nuevamente la plaga del gusano barrenador del ganado, que resurgió tras más de tres décadas de haber sido eliminada.
El brote, detectado a finales de 2024, provocó que Estados Unidos cerrara en tres ocasiones la frontera a las exportaciones de bovinos mexicanos, la más reciente en julio pasado, con pérdidas estimadas en 642 millones de dólares y 700 mil 880 cabezas de ganado sin exportar.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), el resurgimiento se debió a factores como el cruce ilegal de ganado desde Centroamérica, la relajación de medidas durante la pandemia y los efectos del cambio climático.
México dispersa semanalmente 100 millones de moscas estériles provenientes de Panamá en zonas del sur-sureste, con el objetivo de duplicar esa cifra una vez que la planta chiapaneca entre en operación en junio de 2026. El proyecto binacional cuenta con una inversión de 51 millones de dólares, de los cuales 30 millones son aportados por México y 21 millones por Estados Unidos.
El país fue declarado libre del gusano barrenador en 1991, tras 19 años de combate. Ahora, las autoridades esperan erradicarlo nuevamente en un plazo de cinco años mediante esta técnica “autocida”, que evita el uso de químicos al romper el ciclo reproductivo del insecto con ejemplares estériles.
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