Los cólicos son un malestar frecuente que afecta tanto a niños como adultos. Aunque suelen asociarse con el dolor abdominal intenso, en realidad el término se refiere a un tipo de dolor espasmódico, es decir, que aparece de forma repentina y con cierta intensidad. Puede estar relacionado con problemas digestivos, menstruales o incluso renales.
¿Qué son los cólicos?
De acuerdo con la doctora Laura Sánchez, gastroenteróloga del Hospital General de México, «los cólicos son contracciones involuntarias de los músculos de un órgano, como el intestino o el útero, que causan dolor agudo y, a veces, intermitente».
Los cólicos más comunes son:
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Cólicos abdominales o intestinales, asociados con gases, indigestión o infecciones gastrointestinales.
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Cólicos menstruales, que afectan a mujeres durante su periodo y pueden ir acompañados de náuseas, fatiga o dolores de espalda.
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Cólicos en bebés, frecuentes durante los primeros meses de vida, causados por inmadurez del sistema digestivo.
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Cólicos renales, provocados por piedras en los riñones.
¿Cómo se pueden tratar?
El tratamiento depende del tipo y la causa del cólico. En la mayoría de los casos, se pueden aliviar con medidas simples en casa:
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Aplicar calor en la zona abdominal (como una bolsa de agua caliente).
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Tomar infusiones suaves como manzanilla, hinojo o menta.
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Evitar alimentos irritantes como grasas, café, alcohol o comidas muy condimentadas.
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Realizar masajes suaves en el abdomen o ejercicios de respiración para reducir la tensión muscular.
En casos de cólicos menstruales, también se recomienda el uso de analgésicos como ibuprofeno, siempre bajo indicación médica.
¿Cuándo acudir al médico?
Aunque muchos cólicos son pasajeros, hay señales de alarma que requieren atención profesional:
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Dolor intenso que no cede con el tiempo.
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Fiebre, vómito o diarrea persistente.
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Sangre en las heces o en la orina.
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Cólico en mujeres embarazadas o en bebés menores de 3 meses.
“Es importante no automedicarse, ya que algunas causas, como una apendicitis o una infección urinaria, pueden poner en riesgo la salud si no se tratan a tiempo”, advierte la doctora Sánchez.
Los cólicos son comunes, pero no deben subestimarse. Identificar su origen y tratarlos adecuadamente puede evitar complicaciones. Siempre es recomendable consultar a un profesional si el dolor es severo o persistente.
