
En el mercado, cada día aparecen más y más cosméticos, ofreciendo distintas y novedosas propiedades. Desde lociones para recuperar la elasticidad pérdida e hidratantes antipolución, hasta sérum para pestañas y calcetines exfoliantes que eliminan los callos de los pies.
Ante tanta variedad de productos, muchos de estos puede causarle algún daño a la piel; también influye el hecho de que el aire es más seco, en determinadas épocas del año, lo que incrementa la necesidad de aplicar hidratantes. A continuación algunas consecuencias de usar cremas en exceso:
1. Pérdida de humectación natural
Si nos ponemos mucha crema humectante, todos los días, la piel percibe que ya tiene agua, lípidos y proteínas suficientes. Entonces, es posible que con el tiempo disminuya su actividad en cuanto a producir humedad, de manera natural (autohidratación).
2. Resequedad
Muy relacionado con el punto anterior, la excesiva hidratación degenera en resequedad, aunque parezca una contradicción. Esto se observó en un experimento, donde se aplicó loción a sujetos voluntarios en un solo brazo, durante varias semanas. No obstante, el brazo que estaba sin tratar mostró menos signos de resequedad.
3. Piel escamosa
La resequedad puede llevar a la descamación. De esta manera, se produce pérdida y desprendimiento de la capa más externa de la piel, viéndose a su vez interrumpido el proceso de regeneración cutánea.
4. Piel áspera y agrietada
De acuerdo con lo que se señala en las investigaciones, cuando existe una disminución abrupta de la humedad, sobre todo durante los meses de invierno, es probable que estos procesos contribuyan a la apariencia áspera y al agrietamiento de la piel en las áreas expuestas (por ejemplo, las manos).