
Entre más pasa el tiempo, parece ser que sistemas y servicios toman el control por si mismos, y deciden lo que es mejor para cada usuario, aún contra su voluntad.
El sistema operativo Microsoft (r) Windows (r) no es la excepción, pues con cada sistema nuevo que libera la compañía, son menos las decisiones que el usuario puede realmente tomar, recibiendo cada vez mas «recomendaciones» y menos «opciones».
Desde su version antecesora, Windows 8.1, Microsoft ya había sido denunciado por diversas irregularidades en la recopilación de estadísticas aparentemente anónimas para «mejorar la usabilidad y la experiencia del usuario».
Recientemente Microsoft declaró que obligarían a los usuarios del sistema operativo de escritorio más utilizado en todo el mundo, a actualizarse cuando llegara la fecha de fin de soporte de cada versión en uso. Y exactamente eso está sucediendo justo ahora, con el fin del soporte de la actualización de Windows 10 de abril de 2018.
Aunque el fin de soporte de dicha actualización se cumple el próximo 12 de noviembre, se espera que las actualizaciones comiencen antes, de hecho las primeras actualizaciones se espera que se realicen (automática y forzadamente) a finales de este mes.
Cabe mencionar que esta actualización obligatoria será gestionada por un sistema de aprendizaje automático que Microsoft acaba de comenzar a entrenar para empezar el proceso de actualización de los dispositivos que tienen la April 2018 Update o versiones anteriores de Windows 10.
Con tristeza vemos que conforme pasan los años, las grandes compañías toman decisiones por sus usuarios, privándolos de derechos elementales, aún con servicios o productos que el propio usuario pagó; en casos como el que se evidenció de Adobe (r) de hace algunas semanas, donde muchos usuarios recién se enteran que el pago que hacen ya ni siquiera les da propiedad permanente del software, sino meramente un «permiso condicional» de uso, que vence en unos cuantos meses o años (en el mejor de los casos).
Urge que instituciones federales como la PROFECO empiecen a prestar a esta clase de asuntos, y se pronuncien enérgicamente, exigiendo políticas de uso justo, así como cláusulas claras en los contratos entre usuario y compañía.
Con información de : Genbeta.