
El premio Nobel es uno de los reconocimientos más importantes a nivel mundial, a las personas que reciben algún nombramiento por parte del aclamado premio les abren las puertas de prestigiosas instituciones recibiendo mayores oportunidades.
Para los científicos recibir un premio Nobel en las ramas de la medicina física y química, es sinónimo de haber alcanzado el mayor logro de la carrera.
Estos premios son dados para honrar la brillante mentes de los científicos, como lo destino su fundador Alfred Nobel. La asamblea de los Nobel informo hace unas horas a los primeros ganadores de los premios, además menciono a través de un comunicado lo siguiente “los descubrimientos fundamentales de los galardonados con el premio Nobel de este año en fisiología o medicina han explicado cómo el calor, el frío y el tacto pueden iniciar señales en nuestro sistema nervioso. Los canales iónicos identificados son importantes para muchos procesos fisiológicos y enfermedades”.
Este año los ganadores del premio Nobel fueron David Julius y Ardem Patapoutian, quienes se llevaron el reconocimiento de la comunidad de la medicina. Su investigación se basa en la relación que existe entre los cambios climáticos con la respuesta de nuestro sistema nervioso. El jurado resumió con su palabras la investigación con las siguientes palabras “En nuestra vida diaria damos por sentados nuestros sentidos pero ¿cómo se desatan los impulsos nerviosos para poder percibir la temperatura y la presión? Es la pregunta que han resuelto los premios Nobel de este año»
Su investigación será fundamental para la creación de tratamientos para diversos malestares, como lo es el dolor crónico. Este tipo de dolor de manifiesta en las personas durante largos periodos, tiempo en el que el dolor va y viene con distinta intensidad. Gracias esta investigación se podrá acabar con este malestar que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El estadounidense Julius utilizó capsaicina, un compuesto picante de los pimientos chile (chilli peppers) que provocan una sensación de ardor para identificar un sensor en las terminaciones nerviosas de la piel que responden al calor.
Patapoutian, estadounidense de origen libanés y armenio, utilizó células sensibles a la presión para descubrir una nueva clase de sensores que responden a los estímulos mecánicos en la piel y en los órganos internos.