
Es común escuchar a diferentes personas decir alguna vez «se me subió la presión», pero ¿saben en realidad los síntomas y riesgos de este padecimiento? Por lo regular un aumento en los niveles de presión se presenta debido a un mal estilo de vida, tanto en la alimentación como en lo emocional y físico.
De acuerdo con especialistas, los niveles normales de una presión arterial estable son de 120/80 mmHg y se consideran fuera de lo normal como elevada (120-129/<80 mmHg), hipertensión grado uno (130-139/80-89 mmHg), o grado dos (140/90 mmHg o más), y una lectura de más de 180/120 mmHg es una crisis de hipertensión grave que requiere atención médica inmediata.
La presión alta puede presentarse con síntomas similares a los de un ataque cardíaco o un cuadro de ansiedad, es por eso que es importante visitar a un médico o asistir a urgencias en caso de presentar:
- Dolor, «piquetes» o ardor en el pecho
- Mareos y náuseas constantes
- Dolor de cabeza
- Pérdida de equilibrio
- Sensación de debilidad en brazos o endurmecimiento
- Taquicardias y dificultad para respirar
Riesgos de la presión alta
La presión arterial alta (hipertensión) es peligrosa porque daña los vasos sanguíneos y órganos, esto aumenta el riesgo de problemas graves como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, además de afectar la vista, el cerebro (demencia) y la función sexual.
¿Cómo prevenir el aumento de la presión?
La clave para controlar tus niveles de presión y evitar padecer hipertensión se encuentran en la dieta y el estilo de vida.
- Importante reducir el consumo de sodio, azucares y alimentos procesados, así como fritos.
- Realizar ejercicio, no fumar, no tomar alcohol, dormir 7-8 horas diarias, mantener un peso adecuado, manejar y/o evitar el estrés.
- Controlar y monitorear tus niveles de presión de forma regular.
- Mantener estables los números de colesterol y glucosa.
Seguiremos informando.
