La Navidad es una de las celebraciones más importantes del año, no solo en México sino en gran parte del mundo. Aunque su origen se encuentra en la tradición cristiana y católica, con el paso del tiempo diversas culturas se han sumado a esta festividad, enriqueciéndola con costumbres que hoy forman parte del imaginario colectivo, como la decoración del árbol y el intercambio de regalos.
El acto de regalar en Navidad tiene múltiples raíces históricas y religiosas. Una de las referencias más conocidas es el pasaje bíblico de los Reyes Magos, quienes ofrecieron oro, incienso y mirra al niño Jesús. Sin embargo, también existen antecedentes en la antigua Roma, donde durante la festividad de la Saturnalia, celebrada del 17 al 23 de diciembre, era común intercambiar obsequios como símbolo de buena voluntad.
A estas tradiciones se suma la figura de San Nicolás de Mira, un obispo del siglo IV conocido por su generosidad y por ayudar de forma anónima a los más necesitados. Con el paso de los siglos, su historia dio origen a personajes como Sinterklaas y Santa Claus. En conjunto, estas influencias consolidaron el intercambio de regalos como un símbolo de generosidad, unión y solidaridad durante la Navidad.
