
Los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden incluir dolor abdominal, hinchazón, gases, diarrea y náuseas. Estos síntomas suelen aparecer entre 30 minutos y dos horas después de consumir productos lácteos.
Para diagnosticar la intolerancia a la lactosa, los médicos pueden realizar varias pruebas, incluyendo la prueba de tolerancia a la lactosa, la prueba de hidrógeno en el aliento y pruebas genéticas. Estas pruebas ayudan a confirmar si los síntomas son causados por una incapacidad para digerir la lactosa.
Manejo de la Intolerancia a la Lactosa
Aunque no hay cura para la intolerancia a la lactosa, muchas personas pueden manejar sus síntomas haciendo cambios en su dieta. Algunas estrategias incluyen:
- Consumir productos lácteos sin lactosa: Estos productos han tenido la lactosa eliminada o descompuesta, lo que los hace más fáciles de digerir.
- Tomar suplementos de lactasa: Los suplementos de lactasa pueden ayudar a digerir la lactosa cuando se consumen con productos lácteos.
- Elegir alternativas no lácteas: Bebidas y productos a base de almendra, soja, arroz, y avena son opciones populares.