El ponche de frutas es una tradición emblemática no solo en México, sino también en diversas culturas alrededor del mundo cuyo origen se remonta a la llegada de los españoles a México, quienes trajeron esta bebida desde la India.
Con el tiempo y mediante la fusión con las culturas indígenas mexicanas, el ponche se adaptó empleando frutas locales de temporada como guayaba, tamarindo, tejocote y manzana, aunque sus ingredientes pueden variar según la región y la familia.

Esta bebida es especialmente popular durante las posadas, las celebraciones que tienen lugar en los nueve días previos a la Navidad. Sin embargo, la tradición ha evolucionado y hoy en día el ponche se disfruta también en cualquier día frío de invierno, gracias a su versatilidad para prepararlo en casa con una gran variedad de frutas y sabores. Cada familia adapta la receta a sus preferencias, lo que hace que este platillo tenga múltiples versiones.

El ponche de frutas no solo destaca por su sabor cálido y reconfortante, sino también por las propiedades nutritivas que aportan las frutas que lo componen. Manzana, guayaba, tejocote, tamarindo, caña de azúcar y jamaica son algunas de las frutas más comunes que enriquecen esta bebida, proporcionando vitaminas, antioxidantes y beneficios para la salud.

