Luego de la denuncia de la falta de vigilancia en diversos bancos de la capital potosina, por instrucciones del comisario Arturo Landeros y Jaime Pineda, de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, elementos de la Policía Estatal y la Fuerza Metropolitana comenzaron a dar rondines por las sucursales.
Las medidas de distanciamiento social han hecho que los cuentahabientes que acuden a los bancos tengan que esperar a las afueras de la institución. Esto podría incrementar los asaltos, sobre todo en plena quincena cuando muchos acuden a cobrar su sueldo.
El operativo de vigilancia y resguardo implementado por los uniformados se realiza en aquellas sucursales bancarias abiertas que son más concurridas, como las del Centro Histórico, plaza Tangamanga y glorieta Juárez. Desde que se levantó el reporte, duplicaron los refuerzos en los distintos puntos estratégicos.
Mientras que los policías estatales se encargan de la vigilancia y cuidado de la población, las patrullas rentadas por el Ayuntamiento de la capital se encuentra encerradas en las comandancias municipales. Ni por equivocación se les ocurre sacarlas del cuartel, no se vayan a rayar.
