El agua de horchata, una de las bebidas más emblemáticas de la gastronomía latinoamericana ha demostrado ser mucho más que un simple acompañante para los alimentos, pero ¿Cuáles son los beneficios para la salud del cuerpo humano?
Ya sea elaborada a base de arroz (común en México y Centroamérica) o de chufa (tradicional en España), esta bebida destaca por su alto contenido de minerales como el fósforo, el magnesio y el potasio. Gracias a su origen vegetal, es una excelente opción natural para la hidratación, aportando además vitaminas C y E que actúan como antioxidantes, ayudando a combatir el envejecimiento celular y fortaleciendo el sistema inmunológico de quienes la consumen con regularidad.
Uno de los mayores beneficios de la horchata reside en su capacidad para mejorar la salud digestiva. Al ser una bebida rica en almidones y enzimas naturales, actúa como un prebiótico suave que facilita la digestión y ayuda a regular el tránsito intestinal.
Además, es naturalmente libre de lactosa y gluten (en su versión artesanal), lo que la convierte en el sustituto ideal para personas con intolerancias alimentarias o estómagos sensibles. Su contenido de carbohidratos complejos proporciona una fuente de energía de liberación lenta, ideal para mantener los niveles de vitalidad durante el día sin los picos de azúcar de los refrescos industriales.
Finalmente, expertos en nutrición destacan sus propiedades cardiosaludables, ya que contiene ácidos grasos similares a los del aceite de oliva, los cuales ayudan a equilibrar los niveles de colesterol y triglicéridos. No obstante, para aprovechar al máximo estos beneficios, se recomienda el consumo de horchata artesanal, evitando las versiones ultraprocesadas que contienen exceso de azúcares refinados y conservadores.
