El kākāpō, ave endémica de Nueva Zelanda, es el único loro del mundo incapaz de volar. De hábitos nocturnos, se distingue por su cuerpo robusto y su plumaje verde musgo, que le permite camuflarse eficazmente en los bosques donde habita.
A diferencia de otras aves, el kākāpō se desplaza trepando con sus fuertes patas y deslizándose por pendientes. Otra de sus características inusuales es su aroma almizclado, que lo vuelve aún más singular dentro del reino animal.
A finales del años del siglo XX, esta especie estuvo al borde de la extinción debido a la depredación y la pérdida de su hábitat, sin embargo, intensos programas de conservación lograron revertir parcialmente su declive.
La población del kākāpō ronda apenas los 250 ejemplares, lo que lo convierte en una de las especies más raras y estrictamente protegidas del planeta.
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