Mañana lunes, 18 de mayo, regresarán a la actividad tres giros catalogados en un principio como no esenciales, es decir, el transporte, la construcción y la minería.
Se ha manifestado que dicho regreso es solo para establecer las medidas de seguridad que las empresas de estas líneas de producción deberán de considerar para salvaguardar la salud de los trabajadores y, así, evitar posibles contagios del Covid-19. Las empresas cuentan con 15 días para preparar todo lo indispensable en cuanto a las medidas de seguridad e higiene industrial antes de que regresen los obreros el 1 de junio.
Es por lo anterior, que el arzobispo de la Iglesia de San Luis Potosí, monseñor Jesús Carlos Cabrero, manifestó que los empresarios deberán de interponer la salud e integridad de todos los trabajadores, ya que es una situación de muy alto riesgo regresar a la actividad cuando en México aún no se ha controlado favorablemente la pandemia del coronavirus.
El jerarca católico manifestó su preocupación por los obreros que se trasladan desde lugares muy alejados de las fábricas, específicamente los que viven en comunidades aledañas a la capital, “Aquellos obreros y obreras que van a recoger a las afueras de la mancha urbana, hacen muchas horas, están en un espacio reducido, dentro del transporte hay demasiada cercanía de unos a otros”, comentó Jesús Carlos Cabrero.
Asimismo, el arzobispo hizo un exhorto a los empresarios para que reconsideren, por ahora, la reactivación de sus industrias; aseguró que no será el remedio seguro e inmediato de la problemática por la que el país está pasando;
Insistió en que la salud de los obreros es primordial, por lo que los empresarios deberán de establecer prioridades ya que “tienen ese compromiso moral porque aquella persona (el obrero) está dando todo lo que puede, su capacidad, está entregado la vida a la fábrica, tienen (los empresarios) que mirar todo lo que aquella persona hace, no solo es el gobierno, todos tenemos que trabajar por lo mismo”, aseveró el jefe de la Iglesia Católica en SLP.
Finalmente, hizo un llamado también a los sindicatos, porque ellos pueden interceder por los derechos de los trabajadores, buscar soluciones que beneficien la integridad de los empleados, ya que «detrás de cada obrero y obrera depende una familia”.
