A pesar de que ya suma 11 fallas en menos de ocho meses y de que no ha podido cumplir con lo pactado en un convenio que se signó hace casi seis años, el gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras López, todavía no cree que existan motivos suficientes para rescindir el contrato que se mantiene con la empresa responsable de la operación de El Realito.
Cuestionado sobre la grave crisis de agua potable que se está presentando en más de 30 colonias de la capital potosina por las constantes fallas que ha presentado este sistema, el mandatario estatal se ha limitado a solicitar que la empresa cumpla con lo que se estableció en el contrato original, sin embargo, como se ha podido confirmar en reiteradas ocasiones, la empresa no ha cumplido en lo más mínimo con dicho pacto pues miles de familias enfrentan la falta del vital líquido.
Carreras López informó que el pasado martes se reunió con el titular de la Comisión Estatal del Agua, Jesús Alfonso Medina Salazar, para ver las condiciones en que se encuentra este tema y ver qué alternativas se tienen disponibles para garantizar el derecho al agua de las familias potosinas, pero, hasta el momento, no se sabe a qué conclusión se llegó en el encuentro ni si habrá acciones para atender de forma inmediata esta situación.
En lo que va del año, El Realito ha dejado sin agua a los potosinos en 11 ocasiones, algunas de ellas prolongadas por más de dos semanas, pero el problema no es nuevo; el año pasado también se presentaron fallas constantes en el ducto, tema por el que se impusieron multas por, al menos, 20 millones de pesos en contra de la empresa Aquos-El Realito. El recurso económico lo recibió el Interapas, pero no se sabe en qué lo utilizó pues tales fondos no se utilizaron para atender la demanda de los potosinos.
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En las últimas semanas, habitantes de diversas colonias han denunciado las condiciones insalubres en que viven por la falta de agua y la negligencia de las autoridades pues, lejos de darles solución, tienden a burlarse de su situación obligándolos a comprar pipas, sin que ello los exima de pagar los elevados cobros que llegan en cada recibo.
